Mengele: Historia, cine y Uruguay

13/Jun/2023

La República- por Luciana Bigliante 

La República- por Luciana Bigliante 

En los próximos meses se filmará en Uruguay la película “La desaparición de Josef Mengele”, el criminal nazi conocido por sus crueles experimentos en humanos prisioneros de los campos de concentración, y que vivió en nuestro país. Una productora uruguaya participará de la filmación.

La producción fue anunciada en Cannes, y está previsto que pronto comience su filmación. El protagonista es un conocido actor alemán, August Diehl, quien fue parte de “Bastardos sin Gloria” y otras películas de Hollywood, además de en el cine alemán.

La película “La desaparición de Josef Mengele” es una coproducción entre Francia, Alemania, Letonia y Uruguay, y será dirigida por el ruso Kirill Serebrennikov.

Se basa en el libro de Olivier Guez del mismo nombre, que cuenta la historia real de la investigación sobre el criminal de guerra nazi que logró escapar de Europa y refugiarse principalmente en Latinoamérica, incluso en Uruguay.

En palabras de su director, la película se propone “examinar el lado más oscuro del alma humana, desde una perspectiva que nunca antes se había visto”. “Es una película pensada, escrita y hecha desde la propia subjetividad de aquellos que hicieron temblar de miedo al mundo entero”, dijo a Variety.

La productora uruguaya Cimarrón, que trabajará en el film, viene de ganar el premio de la crítica en la sección paralela del Festival de Cannes dedicada a las óperas primas. La película ganadora es “Levante”, una coproducción con Brasil. Su directora es Lillah Halla.

Serán cinco semanas de grabación en Uruguay, principalmente en Montevideo, a partir del mes que viene. Y el resto del rodaje, por el momento, será en Letonia.

¿Quién fue Josef Mengele?

El nombre del médico nazi Josef Mengele, nacido el 16 de marzo de 1911 en Günzburg, Baviera, ha pasado por derecho propio a formar parte de la nómina de personajes siniestros de la historia, caracterizados por su sadismo y maldad. Apodado por los presos en los campos de exterminio como el Ángel de la Muerte, Mengele realizó, durante años, crueles e inhumanos experimentos con la firme intención no solo de hacer desaparecer lo que él consideraba “razas inferiores”, sino también de perpetuar y acrecentar el desarrollo de la “raza aria”.

Hijo de un empresario alemán de maquinaria agrícola, cursó sus estudios de filosofía en la Universidad de Munich, donde en el año 1935 acabaría doctorándose en antropología, ya con una tesis sobre las diferencias raciales en base a las mediciones de la mandíbula inferior de sujetos de diferentes razas.

Solo un año después se licenció en medicina, en 1936, momento en el que el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán, ya era la segunda fuerza en el parlamento de Alemania. Tras ello, en 1937, se incorporaría al Instituto de Biología Hereditaria e Higiene Racial, entonces dirigido por quien se convertiría en su mentor, el profesor de genética Otmar von Verschuer.

Adhiriéndose a la ideología dominante, ese mismo año Josef Mengele se afiliaría al partido nazi. Un año después, en 1938, el mismo que fue admitido en las SS (Schutzstaffel), se doctoraría en medicina con una tesis sobre la herencia genética asociada los defectos congénitos del labio leporino y la hendidura del paladar.

Los macabros experimentos

La función de Mengele y otros médicos en Auschwitz no era la de tratar a los enfermos, si no la supervisión de otros médicos prisioneros obligados a trabajar en el servicio médico de los campos de trabajo y exterminio.

Entre sus tareas, aunque no era obligatorio para alguien de su rango, se encontraba la de realizar la selección de las personas que irían a las cámaras de gas, algo de lo que Mengele tomó parte activa con la esperanza de encontrar sujetos para sus terribles experimentos de más diversa índole, todos ellos marcados por un sadismo exacerbado, la total ausencia de ética médica y moral humana, y en los que la eugenesia se establecería como la piedra angular de todos ellos.

Mengele fue un médico nazi que realizó crueles y espantosos experimentos en su laboratorio ubicado en el campo de concentración de Auschwitz. Su frialdad y falta de compasión le valieron el sobrenombre de “El ángel de la muerte”.